Esta vez nos trasladamos hasta la montaña oriental Cántabra, donde encontramos diseminadas por todo el territorio pequeñas cabañas, unas en estado de abandono, otras totalmente rehabilitadas y muy pocas, mantienen su uso original; son las denominadas cabañas pasiegas.
Como se aprecia en el mapa bajo estas líneas, la ubicación de las mismas se encuentra únicamete en el sector sur oriental de Cantabria, coincidiendo con los Valles Pasiegos y de ahí su denominación.Concretamente se extiende por la villa de San Pedro del Romeral, San Roque y Vega de Pas, además de en los municipio de Arredondo, Luena, Liérganes, Miera, Ruesga, Santa María de Cayón, Saro, Selaya,Soba y Villacarriedo.La imágen, es una captura de pantalla del mapa que Territorio de Cantabria , junto con la Dirección General de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Gobierno de Cantabria han facilitado a través de la web a todo aquel que tenga interés en el tema. No sólo puedes acercar y aumentar el visor para ver con exactitud dónde se ubican, si no que cada punto cartografiado, bien sea un cabañal, una cabaña o cuaquier otro elemento singular del patrimonio pasiego, cuenta con una ficha técnica con datos en cuanto a dimensiones, elementos arquitectónicos, propiedades de la parcela catastral, infraestructuras, etc..
Para hablar de su origen, hay que remontarse a la Edad Media, concretamente hasta el S.XIV. Se trata de una edificación ligada a la explotación intensiva ganadera y al sistema pasiego de trasterminancia, es decir, el traslado del ganado en una distancia no superior a los 100km desde las zonas bajas de los valles en invierno, a los puertos de montaña en verano. Y con el desplazamiento del ganado, la familia al completo; y es que, de sobra es sabido que el oficio del ganadero es muy sacrificado ya que las vacas requieren ser ordeñadas diariamente, por lo tanto, realizaban el mismo desplazamiento los animales y sus dueños.
En cuanto a su tipología, suelen tratarse de pequeñas naves de planta rectangular divida en dos alturas: la planta baja destinada únicamente para el alojamiento del ganado, es decir, el establo: y la planta superior como vivienda o almacén, a donde se accede normalmente por una escalera exterior.
Como se aprecia en el mapa bajo estas líneas, la ubicación de las mismas se encuentra únicamete en el sector sur oriental de Cantabria, coincidiendo con los Valles Pasiegos y de ahí su denominación.Concretamente se extiende por la villa de San Pedro del Romeral, San Roque y Vega de Pas, además de en los municipio de Arredondo, Luena, Liérganes, Miera, Ruesga, Santa María de Cayón, Saro, Selaya,Soba y Villacarriedo.La imágen, es una captura de pantalla del mapa que Territorio de Cantabria , junto con la Dirección General de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Gobierno de Cantabria han facilitado a través de la web a todo aquel que tenga interés en el tema. No sólo puedes acercar y aumentar el visor para ver con exactitud dónde se ubican, si no que cada punto cartografiado, bien sea un cabañal, una cabaña o cuaquier otro elemento singular del patrimonio pasiego, cuenta con una ficha técnica con datos en cuanto a dimensiones, elementos arquitectónicos, propiedades de la parcela catastral, infraestructuras, etc..
Mapa del catálogo de cabañales, cabañas y elementos singulares del patrimonio pasiego Fuente: Territorio de Cantabria |
Para hablar de su origen, hay que remontarse a la Edad Media, concretamente hasta el S.XIV. Se trata de una edificación ligada a la explotación intensiva ganadera y al sistema pasiego de trasterminancia, es decir, el traslado del ganado en una distancia no superior a los 100km desde las zonas bajas de los valles en invierno, a los puertos de montaña en verano. Y con el desplazamiento del ganado, la familia al completo; y es que, de sobra es sabido que el oficio del ganadero es muy sacrificado ya que las vacas requieren ser ordeñadas diariamente, por lo tanto, realizaban el mismo desplazamiento los animales y sus dueños.
En cuanto a su tipología, suelen tratarse de pequeñas naves de planta rectangular divida en dos alturas: la planta baja destinada únicamente para el alojamiento del ganado, es decir, el establo: y la planta superior como vivienda o almacén, a donde se accede normalmente por una escalera exterior.
Cabaña pasiega Fuente: Elaboración propia |
Los materiales empleados para su construcción son principalmente caliza del lugar para su mamposteria, en piezas irregulares tanto en tamaño como en forma, y lascas de pizarra para su tejado a dos aguas.
En la actualidad, con el éxodo rural y la escasa libertad que ofrece la explotación intensiva ganadera, el uso tradicional de estas cabañas prácticamente ha desaparecido, por lo que muchas de ellas se encuentran en absoluto estado de abandono, de ruina; mientras que las que se conservan en buen estado y bien acondicionadas son aquellas que han renunciado a su uso tradicional para enfocarse al sector turístico.
Un cambio de uso que genera beneficios más rápidos y más fáciles de conseguir que la actividad a la cual estaban vinculadas estas cabañas en su origen, la ganadería. Además, esto provoca a su vez, que se haya alterado en los últimos años tanto las dimensiones como su caracter debido a una falta de sensiblidad hacia el medio y la cultura que durante siglos ha definido estos valles y son símbolo de los mismos.
Surge por tanto, un conflicto de intereses y de usos que aún no se encuentra debidamente regulado, a pesar de que las Administraciones lleven tiempo dándole vueltas. Y la verdad, que ponerse a hablar aquí del marco normativo quizás sea demasiado, así que dejo un link para quien quiera ampliar información sobre estas cabañas en la siguiente Guía de buenas prácticas para la intervención en el patrimonio arquitectónico del territorio pasiego .
Por mi parte desde aquí, quería abocar un poco por el sentido común y no dejar morir lo que durante siglos ha dado identidad a estos valles, a su cultura y a su gente.
Un cambio de uso que genera beneficios más rápidos y más fáciles de conseguir que la actividad a la cual estaban vinculadas estas cabañas en su origen, la ganadería. Además, esto provoca a su vez, que se haya alterado en los últimos años tanto las dimensiones como su caracter debido a una falta de sensiblidad hacia el medio y la cultura que durante siglos ha definido estos valles y son símbolo de los mismos.
Surge por tanto, un conflicto de intereses y de usos que aún no se encuentra debidamente regulado, a pesar de que las Administraciones lleven tiempo dándole vueltas. Y la verdad, que ponerse a hablar aquí del marco normativo quizás sea demasiado, así que dejo un link para quien quiera ampliar información sobre estas cabañas en la siguiente Guía de buenas prácticas para la intervención en el patrimonio arquitectónico del territorio pasiego .
Por mi parte desde aquí, quería abocar un poco por el sentido común y no dejar morir lo que durante siglos ha dado identidad a estos valles, a su cultura y a su gente.
Fuente: Elaboración propia |
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