Se cree, que el primer buzón de cumbre conocido data de 1936, y se ubica en la cima del Buruntza en Guipozcoa (País Vasco), donde hoy día aún lo podemos encontrar. En su origen, sirvieron para guardar libros en los que la persona que llegaba a la cima, relataba cómo habia sido su ascensión, así como la fecha, su nombre ( y el de sus compañeros, en el caso de tenerlos).
La posibilidad de poder dejar anotaciones y que posteriormente otros montañeros pudieran contestar y dejas las suyas propias, desencadenó que en 1949 se fundara la Hermandad de Centenarios Alpinos por la Federación Vasca de Montaña. Dicha fundación, con el objetivo principal de crear más adeptos al montañísmo, creó una especie de concurso: Los Cien Montes. Las bases del concurso eran bien sencillas, ascender a 100 montes en un plazo mínimo de 5 años y un máximo de 10; y el montañero debía estar afiliado a un club de montaña; el premio era el derecho a ser reconocido como finalista centenario, pasando a formar parte de la Hermandad de Centenarios Alpinos.
La posibilidad de poder dejar anotaciones y que posteriormente otros montañeros pudieran contestar y dejas las suyas propias, desencadenó que en 1949 se fundara la Hermandad de Centenarios Alpinos por la Federación Vasca de Montaña. Dicha fundación, con el objetivo principal de crear más adeptos al montañísmo, creó una especie de concurso: Los Cien Montes. Las bases del concurso eran bien sencillas, ascender a 100 montes en un plazo mínimo de 5 años y un máximo de 10; y el montañero debía estar afiliado a un club de montaña; el premio era el derecho a ser reconocido como finalista centenario, pasando a formar parte de la Hermandad de Centenarios Alpinos.
Buzón de Cumbre en Castro Valnera (Cantabria-Burgos) Fuente: Elaboración propia |
Cada ascensión es una aventura diferente, y lo mismo pasa con los buzones. Su ubicación puede estar cerca del vértice geodésico o en cualquier recoveco entre rocas; además el material puede ser desde elaborados buzones forjados en hierro,acero inoxidable, botes de plástico, viejos carretes de fotografía, una simple bolsa o hasta un simple bote de cristal...cualquier cosa que pueda contener tu tarjeta y lo protega de las inclemencias meteorológicas.
En la información de la tarjeta, no puede faltar tu nombre y el de tus acompañantes, ni por supuesto el nombre del pico y su altitud, así como la fecha y la hora que alcanzaste la cima, el tiempo, y el itinerario; además debe contener un hueco para que la persona que la encuentre pueda contestar y escribir en ella lo que considere antes de remitirla.
Pero en esta vida todo evoluciona, e incluso los buzones de cumbre, conocen ya la era digital. Así, los Amigos de Buzones de Cumbres han creado una página web, en la que cuentan la historia de dichos elementos, y te dan la posibilidad tras registrarte de forma gratuita de poder compartir fotografías de los buzones que encuentres o de lo que más te haya gustado de la ascensión, además de poder dejar una tarjeta virtual que informa, como ya hemos señalado anteriormente, del nombre de la cumbre y su altitud, de la fecha y hora a la que se alcanzó, del itinerario realizado hasta llegar a la misma y las observaciones que el montañero considere destacar.
También a través de la web puedes ver quienes son los montañeros registrados con más tarjetas y cumbres acumuladas en sus piernas, o el ranking de provincias con más tarjetas virtuales contabilizadas.
Como para gustos los colores, habrá gente que le guste esta iniciativa o que por el contrario, prefiera el método tradicional de papel y boli. Eso ya, lo dejo a gusto del consumior.
Pero en esta vida todo evoluciona, e incluso los buzones de cumbre, conocen ya la era digital. Así, los Amigos de Buzones de Cumbres han creado una página web, en la que cuentan la historia de dichos elementos, y te dan la posibilidad tras registrarte de forma gratuita de poder compartir fotografías de los buzones que encuentres o de lo que más te haya gustado de la ascensión, además de poder dejar una tarjeta virtual que informa, como ya hemos señalado anteriormente, del nombre de la cumbre y su altitud, de la fecha y hora a la que se alcanzó, del itinerario realizado hasta llegar a la misma y las observaciones que el montañero considere destacar.
También a través de la web puedes ver quienes son los montañeros registrados con más tarjetas y cumbres acumuladas en sus piernas, o el ranking de provincias con más tarjetas virtuales contabilizadas.
Como para gustos los colores, habrá gente que le guste esta iniciativa o que por el contrario, prefiera el método tradicional de papel y boli. Eso ya, lo dejo a gusto del consumior.
Pero personalmente, cuando vi un buzónde cumbres por primera vez y me
informé acerca de su significado y función, me pareció un elemento que
despierta en el montañero, una ilusión extra para llegar a la cima. Para mi, forma parte de un rico patrimonio que no solo fomenta la práctica del montañismo y por tanto el respeto y amor a la naturaleza, si no que crea un lazo de vinculos sociales y de experiencias que creo no se debiera perder.
Sobra decir que, a partir de conocer su existencia, llevar un trozo de papel/ tarjeta y un boligrafo en mi mochila, es una de las cosas que se ha convertido en indispensable.Y espero que algún día alguien me conteste, o yo lo encuentre y pueda leer lo que con ilusión escribió, quien sabe cuánto tiempo antes, un apasionado de las montañas.
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