En la presente publicación nos trasladamos a la capital cántabra, donde se encuentra un elemento patrimonial que se ha convertido en uno de los iconos de la ciudad, la Grúa de Piedra.
Ubicada en el Muelle de la Monja o muelle de Maura, cuenta con unas vistas privilegiadas de la bahía de Santander y su entorno; postulandose asi como vigía del transporte comercial marítimo desde finales del S.XIX.
Bahía de Santander, con la grúa de piedra a margen derecho Fuente: elaboración propia |
Su origen se remonta a 1986, cuando fue encargada a los arquitectos Sheldon y Gerdtzen,aunque no se inauguró hasta el 17 de Mayo de 1900.Su único fin,dar un mejor servicio a los buques que llegaban a puerto.Y es que hasta ese momento, la descarga de bultos se veía limitada por un exceso de peso imposible de solventar hasta el momento. Se trata por tanto,de un elemento de importancia introducido en el plan de mejoras de la Costa Norte de la Bahía de Santander de la época, que supuso un desembolso de 74.820 ptas.
La grúa en cuestión, mide unos 14m de altura, pesa más de 30 toneladas y el cable del gancho mide un total de 23m desde su polea.Como materiales principales en su construcción son,la piedra perteneciente a los antiguos muelles con lo que se hizo la base, y el acero para su estructura.
Grúa de Piedra Fuente: elaboración propia |
Con el paso del tiempo, su uso fue decayendo hasta comienzos de los años 90 del siglo pasado, donde toca su fin a consecuencia de la absorcion de las actividades comerciales por parte deldel Puerto de Raos.
Pero en los tiempos que corren, ni la ubicación de la grúa se ve exenta de la polémica.Y es que, como dije al comienzo de este post, sus vistas son envidiables.Quizás fue éste uno de los motivos por los caules, quiso ser desplazada unos metros para dejar su sitio al Centro Botín que hace pocos años se instauró en la ciudad;pero los santanderinos somos muy nuestros y amamos nuestra tierra y nuestras tradiciones, por lo que finalmente la presión social mantuvo a la grúa en su lugar original.
No obstante, en el 2016, desapareció casi durante un año y medio de la ciudad para su rehabilitación, ya que el desprendimiento de sus contrapesos, afectó a su estructura.Dicha labor se realizó bajo el mando del arquitecto Francisco Rebollo Calvo, y tuvo un coste de 151'494'92€.
Gracias a ello, actualmente la grúa se mantiene donde debe estar, en su muelle de origen recordando a la ciudad y a los turistas que la visitan, su pasado industrial y ofreciendo de forma simultánea, un paseo por la avenida marítima dificil de superar...porque no todas las bahías pueden ser calificadas como «una de las bahías más bonitas del mundo.»
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